El problema no es la convocatoria, sino la inseguridad
Dentro del panorama político hay muchos tipos de liderazgos, pero hay uno que describe a la perfección a todo el que ha sido beneficiado de las circunstancias, como es el caso del actual Senador del Partido de la Liberación Dominicana (PLD) por la provincia de Montecristi, Heinz Vieluf Cabrera.
El liderazgo al que haremos referencia es el líder inseguro. Le llamamos líder, aunque carente (en definición) de autoridad tiene a sus manos seguidores (aunque pocos) ad-hoc, a pesar de ser sólo alguien con una sola carta bajo la manga.
El liderazgo inseguro, como el que manifiesta el Senador en cuestión, tiene varios ejes comunes de este tipo de exponentes partidocráticos: no tiene seguridad de si mismo, por tanto no brinda a los demás seguridad, siente temor a exponerse ante la realidad cuando ésta no le favorece, busca por medio de estratagemas (chismes en el argot popular) bloquear a los que sí tienen elementos de intelectualidad, liderazgo empático y capacidad.
Ante la carencia de integridad genera un aura de ineficiencias, por eso sólo apuesta a que las circunstancias y la providencia le favorezcan, nunca asumiendo un trabajo colectivo con un propósito común.
Éste tipo de líderes (si es que se les puede llamar así), no son capaces de celebrar las victorias de los demás. Manifestarnos en apoyo a la obra de gobierno del presidente Medina es causa de júbilo para todo el pueblo y más aún para la familia peledeista, pero para éste líder no, ya que siente que el favor del pueblo lo ve como un tercero imparcial en la solución de las necesidades de su demarcación.
El líder inseguro acapara el poder. Por eso se aferra a esa posición electiva, pues es lo único que puede exhibir. Se molesta si a su alrededor hay gente talentosa, ya que eso para éste tipo de personas es una amenaza, de ahí que se rodea de sincualidades lo y bifurca el camino del fracaso político.
Ahora entendemos porque el problema no era la convocatoria, sino la inseguridad política del legislador.