La República Dominicana se beneficia de la reducción de los precios del petróleo. El año pasado la economía dominicana se ahorró 1,319 millones de dólares en factura petrolera, lo cual ayudó a mantener la estabilidad del tipo de cambio y a reducir el déficit del sector eléctrico.
A nivel de agentes privados, la reducción de los precios internos de los combustibles significa una mayor cantidad de recursos disponibles para consumir o ahorrar.
Al descomponer por nivel de ingresos se observa que los hogares más ricos son los más beneficiados de la reducción de los precios de los combustibles. En términos absolutos es lógico que así sea, pues ese segmento de la población compra una mayor cantidad de ese tipo de productos para sus automóviles, plantas de electricidad de emergencia, motores, entre otros equipos que utilizan derivados del petróleo.
Los ricos también se benefician más que los pobres en términos relativos. El 20% de los hogares más rico gasta en combustibles el 7.78% de su consumo total. En contraste, los combustibles sólo representan el 2.79% del gasto total del 20% de hogares de menores ingresos. Esto implica que en términos relativos las familias pertenecientes al quintil superior se benefician 2.8 veces más que las que pertenecen al primer quintil.
Eso equivale a decir que el impuesto a los combustibles, muy criticado por algunos, es progresivo, pues recae principalmente sobre los más ricos.